¿Qué es la descarbonización? ¿Cómo reducir la huella de carbono?
Los proyectos de descarbonización ayudan a las organizaciones a cumplir objetivos ESG. Con ligeras variaciones semánticas, la compensación de carbono, la neutralidad de carbono o la disminución de la huella de carbono cumplen una misma función, además de la que es natural y evidente.
La descarbonización es una de las formas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Es un esfuerzo para disminuir el calentamiento global y alcanzar los objetivos propuestos el Acuerdo de París, entre otros escenarios pensados para concienciar a las naciones sobre la importancia de trabajar para cuidar el planeta.
Por qué hay que desarrollar proyectos de descarbonización
Antes de entrar en la definición del término, conviene hacer un breve repaso histórico para contextualizar el concepto y su importancia para el cuidado del medio ambiente.
La Revolución Industrial dejó como herencia, entre otras consecuencias, un incremento del más del 50 % de emisiones de dióxido de carbono. Esto significa que las industrias productoras y transformadoras liberaron más CO2 en dos siglos que en los anteriores 20.000 años.
Por supuesto, el impacto es proporcional a la agresión. El planeta se ha calentado en una media de 1.5°C. Parece un valor insignificante, pero no lo es. Esa diferencia es la causante de cientos de fenómenos atmosféricos y meteorológicos de consecuencias devastadoras.
El tema preocupa a la comunidad internacional, a la comunidad científica y a las Naciones Unidas. Es precisamente este organismo es el que convocó el foro más importante que ha debatido sobre el tema en toda la historia: la COP21 de París.
En este escenario, los países que suscribieron el acuerdo sobre cambio climático (196) se comprometieron a cumplir unas metas relacionadas con reducción de gases de efecto invernadero, entre las que destacan las emisiones de carbono. Acuerdo que se refrendó en otras conferencias, como las de Oporto y Glasgow.
Unos objetivos ambiciosos
El gran objetivo de ese acuerdo, que es el que justifica los esfuerzos de descarbonización, es la reducción de las emisiones de dióxido de carbono en un 45% para el año 2030 y alcanzar el nivel cero en 2050. En este contexto aparecen en Europa los marcos y estándares ESG para la divulgación de informes de sostenibilidad, entre ellos las siguientes:
- CSRD (Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad)
- NIFF (Normas Internacionales de Información Financiera)
- ESRS (Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad)
- IFRS (Normas Internacionales de Información Financiera)
Las organizaciones trabajan a toda marcha en proyectos de descarbonización y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, presionadas por la asignación de recursos financieros condicionados por el cumplimiento de objetivos ESG.
Qué es la descarbonización
La descarbonización hace referencia a la disminución o eliminación de emisiones de carbono al medio ambiente. Aunque la descarbonización está limitada a CO2, el concepto, las acciones, las estrategias y los procesos para lograrlo son válidas para detener la liberación de otros gases u otras sustancias nocivas para el medio ambiente.
El alcance de la descarbonización puede tener tres diferentes niveles de alcance:
- Alcance 1: emisiones directas ocasionadas por la combustión de motores de vehículos o las actividades industriales de una organización.
- Alcance 2: emisiones indirectas derivadas del consumo de energía eléctrica o de sistemas de calefacción.
- Alcance 3: emisiones indirectas generadas por la cadena de valor, incluyendo compras, proveedores de servicios, logísticas, distribución, almacenamiento u otras actividades.
Una etapa crítica en el proceso de descarbonización es el rastreo de la huella de carbono. Los tres alcances deben considerarse para medir las emisiones. Una de las acciones que se proyecta es la sustitución del uso de energías no renovables y combustibles fósiles por otras fuentes renovables.
Cómo reducir la huella de carbono
Los objetivos son ambiciosos, pero no imposibles. La neutralidad de carbono en 2050 requiere del diseño de estrategias, políticas y acciones efectivas, entre las que se puede mencionar la implementación de estándares de gestión internacionales como ISO 14001 o ISO 14064.
Las organizaciones con mayor compromiso comienzan a sustituir combustibles fósiles y fuentes de energía no renovables. Por supuesto, también implementan principios de economía circular. Cada organización trabaja por la descarbonización de acuerdo con las oportunidades que ofrece su actividad. Algunos ejemplos son los siguientes:
1. Generación de energía eléctrica
En este sector será clave la sustitución de fuentes de combustión utilizadas para la calefacción y la generación de energía eléctrica. Los combustibles fósiles serán desplazados por biocombustibles o fuentes de energía renovables como la eólica, hidráulica o solar. El desafío está en el elevado coste que esa transición puede suponer.
2. Construcción
La fabricación de concreto y cemento genera importantes emisiones de carbono. Es un factor que impacta en los indicadores de la cadena de valor en la industria de la construcción. La impresión 3D es una alternativa que puede contribuir de forma efectiva a la descarbonización. El desafío está en desarrollar la tecnología para alcanzar altos volúmenes de producción en poco tiempo.
3. Transporte
Es uno de los sectores que mayores niveles de contaminación produce. La movilidad eléctrica cada vez cobra mayor relevancia. De hecho, Europa tiene un objetivo cero en cuanto a producción y circulación de vehículos movidos por combustibles fósiles. Ese objetivo está fijado para 2040. Japón ya supera la barrera del 50% de vehículos que se mueven con energías limpias.
En el caso del sector del transporte, la descarbonización, además de contribuir con el logro de los objetivos de París, ha representado una oportunidad de competitividad.
4. Las personas
Los empleados de las organizaciones también pueden contribuir a los esfuerzos de descarbonización. Algunas prácticas, que parecen insignificantes cuando se evalúan por separado, suponen en conjunto un gran aporte, como disminuir el uso de energía eléctrica o usar el transporte público. Las personas también pueden elegir productos que ostenten sello de sostenibilidad como una forma de apoyo a los esfuerzos de las organizaciones responsables con el medio ambiente.
Cómo puede la digitalización trabajar para la descarbonización
La tecnología puede ser un aliado inmejorable para todo tipo de industrias. Una plataforma que apoye la gestión ambiental y la generación de informes ESG, no solo ayuda a controlar el consumo de energía, reducir las emisiones de carbono y de gases de efecto invernadero, sino que también garantiza el cumplimiento.
La descarbonización necesita medición, comprobación y seguimiento. Esto implica recopilar datos y registros, analizarlos, evaluarlos y obtener indicadores de rendimiento confiables. Estos indicadores serán las fuentes de los informes de sostenibilidad.
Una plataforma tecnológica especializada en gestión ESG almacenará toda la información, recopilada en tiempo real, en una ubicación centralizada. Esta información ayudará a diseñar planes de acción.
Plataforma Tecnológica ESG
La descarbonización es un proyecto estratégico para las organizaciones. Implica una inversión, pero también significa oportunidades para rebajar costes gracias a la implementación de economía circular y de la sustitución de fuentes de energía por otras más baratas. Alcanzar objetivos será mucho más sencillo si se cuenta con un aliado tecnológico adecuado.
La Plataforma Tecnológica ESG es una solución modular con diferentes aplicaciones interconectadas en un entorno colaborativo. Esa característica facilita que pueda adaptarse a las necesidades de organizaciones muy diferentes y a sus objetivos, entre ellos los que tienen que ver con la gestión de aspectos ambientales.
Si necesitas más información sobre el funcionamiento, características y ventajas de esta herramienta tecnológica, solo tienes que contactar aquí con nuestros asesores.
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