Análisis del ciclo de vida: guía sobre prácticas de desarrollo sostenible
El concepto de Consumidor a Consumidor y el análisis del ciclo de vida (C2C y LCA, respectivamente, por sus iniciales en inglés) son la base de los modelos de economía circular que de forma masiva se han acogido en todo el mundo como herramientas útiles en la implementación de acciones corporativas de sostenibilidad en la producción y crecimiento.
El análisis del ciclo de vida de un producto permite prever en qué momento una parte o un componente debe desecharse de forma definitiva. Y también permite determinar qué materiales pueden reintegrarse al ciclo de producción, con los beneficios implícitos: disminución de costes, ahorro de energía, mejora de los indicadores de sostenibilidad, mayor valor de la marca, etc.
El análisis del ciclo de vida forma parte esencial, a la par con el concepto C2C, de los sistemas productivos de organizaciones multinacionales de gran tamaño. Un número importante de ellas emprenden este camino en busca de mejores indicadores de sostenibilidad y terminan adoptando el análisis del ciclo de vida y el concepto C2C como decisión estratégica que tiene un impacto muy atractivo en la rentabilidad.
Cómo realizar el análisis del ciclo de vida
El análisis del ciclo de vida es un proceso que busca obtener información de calidad, confiable y útil para determinar los impactos ambientales de un producto, sus componentes o sus partes, durante el ciclo de vida completo, desde su diseño y concepción, pasando por su creación, distribución y uso, hasta llegar a la disposición final.
Se trata de una evaluación completa y compleja. Por eso, y para garantizar la relevancia y la transparencia de la información, el modelo para realizar el análisis del ciclo de vida se divide en cuatro etapas:
1. Definir el producto, el objetivo y el alcance
El producto necesita un nivel de detalle máximo. El análisis puede no ser tan eficaz en sus conclusiones si se integran productos en diversas presentaciones de tamaño, empaque o embalaje, por ejemplo.
Es importante también determinar con precisión el objetivo. Identificar aspectos o impactos ambientales, mejorar los indicadores de desempeño ambiental o mejorar la productividad de un proceso de economía circular son objetivos comunes. Sin embargo, cada uno implica definir un alcance diferente.
El tercer parámetro que se define en esta primera fase es el alcance. Este puede ir desde que inicia el proceso productivo dentro de la organización, pero también puede abordar etapas anteriores como la extracción de materias primas o la producción de componentes en otros procesos productivos previos.
2. Registrar entradas y salidas del proceso de producción
En la segunda etapa se registran datos sobre consumo de energía, de recursos naturales y de materiales como entradas principales en el proceso de producción. Además de ello, se recopila información sobre las emisiones al aire de carbono y de gases de efecto invernadero (GEI), así como de los residuos sólidos que llegan al suelo o a fuentes de agua.
3. Determinar los impactos ambientales
El siguiente paso es determinar los impactos ambientales con base en los datos y registros recolectados en la etapa anterior. La tarea se divide en tres partes:
- Clasificar y ordenar los datos de acuerdo con el punto de impacto. Algunas de las clasificaciones recurrentes son calentamiento global, degradación de fuentes de agua o de tierras, afectación de la capa de ozono o agotamiento de recursos naturales.
- Calificar el impacto negativo de acuerdo con un indicador o su equivalente. Es el caso de los gases de efecto invernadero, que se miden con su equivalencia en emisiones de CO2.
- Estandarizar los impactos utilizando valores de referencia que faciliten la comprensión y la evaluación de cada una de las categorías de impacto.
4. Concluir y emitir recomendaciones
El paso final es obtener conclusiones relevantes, con base en los datos recolectados y los impactos ambientales determinados. En este punto es posible identificar riesgos ESG y problemas y emitir recomendaciones útiles para tratarlos.
El análisis del ciclo de vida ha servido a muchas organizaciones a identificar el proceso, la etapa de producción, el ingrediente o el material que mayor impacto ambiental negativo tiene. La recomendación es sustituir un material, cambiar el empaque o, incluso, cambiar el medio de transporte cuando este genera un impacto ambiental negativo.
Por qué es necesario realizar el análisis del ciclo de vida
El análisis del ciclo de vida ofrece atractivos beneficios a las organizaciones. Algunos de ellos son de orden económico y otros atañen a los intereses ambientales y de sostenibilidad. Entre los más interesantes se pueden destacar los siguientes:
1. Reducir costes de producción
Es un beneficio que aparece al reducir el consumo de recursos naturales, de energía eléctrica y de combustibles fósiles. Las organizaciones reducen el consumo, pero también se vuelven más eficientes en el uso de materiales y componentes de sus productos. Incluso, pueden reducir el número de horas de trabajo necesarias en el proceso productivo.
2. Aprovechar los residuos dentro de una economía circular
La eliminación de residuos sólidos representa un coste para la organización. Prescindir de ese proceso representa un beneficio financiero para la organización. Si además se aprovechan los residuos en nuevos procesos productivos, sin duda, el impacto positivo en las finanzas será considerable.
3. Reducir las emisiones
Las organizaciones que implementan el análisis del ciclo de vida de forma sistemática logran mejorar sus indicadores ESG de emisiones de carbono y de emisiones de gases de efecto invernadero. La reducción puede superar el 30%.
4. Disminuir la generación de residuos
Menos residuos significa mayor eficiencia productiva, pero también menos espacios de almacenamiento y ahorro de tiempo de trabajadores en procesos de clasificación y eliminación.
5. Preservar los recursos naturales
Con ello se mejoran los indicadores de sostenibilidad y ello permitirá a la organización mejorar su percepción entre los clientes y consumidores. Es, al final, una estrategia de marketing efectiva.
6. Mejorar la salud de los trabajadores y de los miembros de la comunidad
En su conjunto, las decisiones que se toman con base en el análisis del ciclo de vida mejoran el entorno, reducen la contaminación y la degradación de la biodiversidad. Los primeros beneficiados son los trabajadores y, muy cerca de ellos, la comunidad.
Ejemplos que demuestran la efectividad del análisis del ciclo de vida
El análisis del ciclo de vida ha entregado beneficios a muchas empresas. Es importante acotar, de paso, que el marco normativo aplicable está contenido en dos estándares ISO: ISO 14040 e ISO 14044. Dos casos de éxito en la aplicación del análisis del ciclo de vida interesantes son los que se muestran a continuación.
1. General Electric
El gigante de los productos eléctricos para el hogar aprovecha el análisis para reducir sus impactos ambientales y mejorar su productividad y la eficiencia del uso de sus recursos. GE realizó el análisis del ciclo de vida para sus motores a reacción en las fases de extracción, fabricación, uso y eliminación de materias primas.
El análisis reveló el consumo de energía, las emisiones y los desechos en cada etapa. La información permitió identificar impactos ambientales relevantes, como emisión de gases de efecto invernadero y agotamiento de recursos naturales.
La interpretación de la información obtenida señaló que un trabajo de rediseño de algún componente reduciría el consumo de combustibles hasta en 15%, generando ahorros a la empresa y disminución de las emisiones.
2. Unilever
Unilever es una multinacional que fabrica cientos de productos de consumo para el hogar. En este caso de éxito, Unilever pudo reducir costes y mejorar su desempeño ambiental tras identificar que el mayor impacto ambiental se produce en la etapa de uso de los productos, que genera un consumo excesivo de agua y energía.
La acción tomada fue revisar las fórmulas para que los productos pudiesen prestar su servicio a temperaturas bajas. Así, los consumidores redujeron en un poco más del 20% su consumo de energía. La reducción de la huella de carbono es un primer resultado del cambio. Pero Unilever también obtuvo beneficios directos: redujo costes de materiales, optimizó la producción de embalajes y envases e incrementó la tasa de reutilización de materiales reciclables.
Los consumidores percibieron el cambio y esto generó una mayor lealtad hacia la marca, que se traduce en un incremento en las ventas.
Plataforma Tecnológica ESG
El análisis del ciclo de vida es un proceso que consume información y datos en grandes volúmenes. La capacidad de la organización para proveer información y para procesarla es la clave del éxito que demuestran las empresas que sirven de ejemplo en este texto.
La Plataforma Tecnológica ESG es una herramienta eficaz que, mediante un marco de operación basado en el ciclo PDCA, logra interconectar funcionalidades que ayudan a la organización a identificar impactos ambientales, evaluar riesgos y tratarlos, mejorar sus indicadores ESG y, por supuesto, realizar un análisis del ciclo de vida confiable en todo momento.
Además, por su configuración, esta herramienta tecnológica se adapta a organizaciones de todos los tamaños y sectores. Para conocer mejor sus funcionalidades y cómo obtener ventaja competitiva de ella, solo tienes contactar con nuestros asesores.