El futuro de la tecnología verde: innovaciones y sostenibilidad
El concepto de tecnología verde hace referencia a desarrollos que implican un grado de mecanización o automatización con el propósito de generar energía, mejorar la eficiencia productiva o minimizar el impacto ambiental en una actividad o en algún proceso industrial o comercial. Es, por ello, uno de los pilares en la evolución de lo que se conoce como sostenibilidad corporativa.
La sostenibilidad, sabemos, busca el crecimiento económico con equidad social y respeto por los derechos humanos, produciendo el menor impacto posible en el medio ambiente. En ese escenario, la tecnología verde representa la esperanza de un mundo mejor, más eficiente y más confortable sin agredir al medio ambiente.
Así ha evolucionado la tecnología verde
Desde las últimas décadas del siglo XVIII, de la mano de la irrupción de la Revolución Industrial, aparecen los primeros esfuerzos por disminuir el impacto ambiental, buscar fuentes de energía renovables y promover prácticas que aseguren la producción sin afectar los recursos que necesitarían las generaciones futuras.
Sin embargo, es la década de los 70 del siglo XX la que da un impulso definitivo a la tecnología verde y a la sostenibilidad. Los movimientos ambientalistas, abundantes y diversos, logran introducir un Día de la Tierra, así como la aprobación de leyes para proteger el aire y el agua en las naciones más poderosas del planeta.
Esos años marcan un hito en la historia de la sostenibilidad. Estos esfuerzos derivaron en importantes avances científicos sobre nuevas fuentes de energías limpias, con base en luz solar o el viento. Los paneles solares aparecen en los años 90 y la energía eólica se populariza especialmente en regiones geográficas ideales para esa tecnología, como el Medio Este norteamericano.
La tecnología verde deja de ser un concepto idílico ambientalista para convertirse en el foco de inversiones que pueden ser rentables y atractivas. El impulso final, en el siglo XX, lo da el Protocolo de Kioto, en el que las naciones del mundo se comprometen a trabajar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y promover el uso de tecnologías limpias.
El siglo XXI lleva la tecnología verde a la cotidianidad de las personas. Los automóviles eléctricos se popularizan (se estima que pasarán la barrera del 50 % a nivel mundial en 2030), las luces LED llegan a los hogares y la economía circular se integra en la vida familiar.
La sostenibilidad deja de ser un asunto de ambientalistas para convertirse en un atractivo foco de inversión que ya captura algo más de 300.000 millones de dólares por año a nivel global en diferentes sectores:
- Energía renovable: solar, eólica, hidroeléctrica o geotérmica.
- Vehículos eléctricos: coches, motocicletas, camiones y trenes.
- Sistemas y electrodomésticos eficientes y amigables con el planeta, como refrigeradores, estufas o iluminación LED.
- Sistemas de conversión de residuos en energía, compostaje o fuentes de nuevos productos.
- Tecnología para capturar y almacenar emisiones de carbono producto de procesos industriales.
Cuál es el impacto real en el medio ambiente de los diferentes tipos de tecnología verde
La tecnología verde es el eje de la sostenibilidad, entendiendo que no hay sostenibilidad sin crecimiento económico y social. Se hace mención de los diferentes tipos de tecnología verde. Pero, ¿cuál es su impacto real sobre el medio ambiente?
1. Energías renovables
Energía solar o fotovoltaica, energía eólica y energía hidroeléctrica son las tres fuentes de energía renovable más eficientes, accesibles y masivas. Todas ellas reducen o eliminan el uso de combustibles fósiles, así como las emisiones de gases de efecto invernadero, claves para reducir la huella de carbono.
La energía eólica produce ya más de 1000 GW al año, a un coste mucho menor que los sistemas solares o hidroeléctricos. Por eso, es la que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos cinco años. Los proyectos hidroeléctricos, por otra parte, implican un costo desmesurado en la construcción de represas. Sin embargo, una vez asumido ese coste, la generación tiene un coste muy bajo.
2. Vehículos eléctricos
Los vehículos eléctricos, y en buena medida los híbridos, son actores importantes en el propósito de disminuir el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de carbono.
Las cifras son esperanzadoras: Japón superó en 2021 la barrera del 50 % de vehículos no dependientes de combustibles fósiles, de los cuales un poco más del 80 % son eléctricos. China ha fijado el 2025 como fecha para romper la barrera, Europa espera llegar al 2040 sin vehículos que utilicen combustibles fósiles y el resto del mundo trabaja en esfuerzos similares.
3. Sistemas y electrodomésticos eficientes
Los resultados de la tecnología verde que llegan a los hogares son también relevantes. Un ejemplo son las bombillas LED, que consumen un 75% menos que sus homólogas tradicionales. También podrían mencionarse en este capítulo redes inteligentes o electrodomésticos eficientes que reducen la pérdida de energía y aprovechan mejor la que consumen.
4. Sistemas de gestión de residuos
El reciclaje de metales disminuye en más del 90% el consumo de energía. Energía que se consumiría si hubiera que realizar los procesos industriales de metalurgia y aleación necesarios para fabricar acero, aluminio, hierro y otros metales de uso común en la industria de la construcción.
A ello hay que sumar que la tecnología verde también entrega sistemas que pueden convertir residuos sin ninguna oportunidad de reciclaje en energía o combustibles. Queda por mencionar el suprarreciclaje, que lleva la economía circular a otro nivel al implementar la reutilización creativa, es decir, transformar objetos que ya no prestan el servicio para el que fueron diseñados.
5. Tecnología para capturar y almacenar emisiones de carbono
Estos innovadores sistemas pueden capturar más del 90% de las emisiones de carbono, almacenarlo en dispositivos seguros que son dispuestos bajo tierra con las debidas precauciones para evitar su propagación en el futuro.
Cómo superar los desafíos que plantea la implementación de tecnologías verdes
Pese a los beneficios y el papel que la tecnología verde tiene en el trabajo para detener el calentamiento global y gestionar el riesgo climático, hay desafíos que superar. Esos escollos obligan a una conjunción de esfuerzos e intereses por parte de los estados, las comunidades, los organismos reguladores, las empresas y las personas. Es un esfuerzo mancomunado que se debe enfocar en diferentes cuestiones:
- Generar políticas, leyes y acuerdos para dar incentivos fiscales a las empresas que desarrollen tecnologías innovadoras y para implementar normas estrictas que sancionen a las que no demuestren esfuerzos reales para disminuir su impacto ambiental. Esto puede vincularse a la presentación de informes ESG y de sostenibilidad.
- Canalizar los recursos financieros y de inversión, que es también el objetivo de los marcos de presentación de informes de sostenibilidad, entre ellos, la Directiva CSRD. Los bonos verdes son también instrumentos financieros que han demostrado interesantes beneficios ambientales.
- Promover la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías ecológicas, mediante la adjudicación de subvenciones estatales, inversión privada y exenciones de impuestos.
- Educar, formar y concienciar: las campañas públicas o privadas para concientizar sobre la importancia promover el uso de tecnologías verdes han demostrado gran utilidad. También es preciso impartir formación tecnológica profesional para capacitar a los desarrolladores del futuro.
- Reunir esfuerzos de asociaciones comunitarias, alianzas público-privadas, entidades gubernamentales, ONGs, organismos multilaterales y comunidades científicas para impulsar el desarrollo de nuevos productos y proyectos.
- Implementar tecnología avanzada en todo tipo de organizaciones para ayudarlas a entender sus impactos y sus riesgos ambientales y de sostenibilidad, pero también para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones de presentación de informes. De esta forma, apreciarán la colaboración que puede prestar la tecnología verde en sus esfuerzos de sostenibilidad corporativa.
Plataforma tecnológica ESG
La Plataforma Tecnológica ESG es un desarrollo diseñado para que las organizaciones puedan afrontar los desafíos que implica el camino hacia la sostenibilidad corporativa, la presentación de informes ESG y el cumplimiento de sus obligaciones en esta materia.
Se trata de un software modular basado en un ciclo de mejora continua. Entre otros aspectos, es capaz de procesar millones de datos en pocos segundos para facilitar la toma de decisiones estratégicas. Para conocer más en profundidad las características de esta avanzada herramienta tecnológica y sus funcionalidades, solo tienes que contactar con nuestros asesores.
